Esta es la cantidad de café que debes tomar al día para evitar los infartos

• junio 28, 2018
• by:espressa-experto

Cada vez son más los estudios que muestran que el café es beneficioso para la salud. Las últimas investigaciones apuntan a un efecto “curador” del hígado graso y un efecto “protector” frente a la diabetes tipo 2, la esclerosis múltiple, el cáncer colorrectal y la enfermedad de Parkinson. También ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares.

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf (Alemania) han descubierto el porqué de esta protección cardiovascular y cual es la dosis necesaria para conseguir este beneficio.

Cuatro tazas al día, la dosis recomendada

Anteriormente el café se consideraba dañino para la salud, pero numerosos estudios han demostrado todo lo contrario. Sin embargo, ninguno de ellos explicaba la razón del beneficio. Los autores de este nuevo estudio han investigado el efecto del café sobre el sistema cardiovascular. Una labor que, entre otros logros, ha permitido conocer la cantidad necesaria para que la cafeína tenga un efecto positivo sobre las células endoteliales (células que recubren el interior de los vasos sanguíneos).

Los investigadores determinaron que la cafeína contenida en cuatro tazas de café promueve la protección y reparación del músculo cardíaco.

El estudio muestra que las mitocondrias de los principales tipos de células cardíacas contienen p27, proteína bien conocida por inhibir el ciclo celular y por su papel supresor de tumores. Además, la proteína p27 mitocondrial, que promueve la migración de las células endoteliales, evita la muerte de las células del músculo cardíaco e induce la conversión de los fibroblastos en células ricas en fibras contráctiles.

¿Por qué es beneficiosa la cafeína?

Porque activa e induce el movimiento de p27 en las mitocondrias, desencadenando así estos efectos tan beneficiosos para el corazón. La directora de la investigación concluye que la potenciación de la proteína p27 mitocondrial podría constituir una estrategia terapéutica, no solo para el abordaje de las enfermedades cardiovasculares, sino para la mejora de la salud en general.